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lunes, 9 de julio de 2012

PRESENTACIÓN

Bienvenidos a Aprender a  Educar (AeA). Durante todos los años de dedicación y experiencia en Educación que llevo, me he encontrado con multitud de  padres  desesperados con la actitud y la conducta de sus hijos.

Muchos de ellos, con elevadas dosis de ansiedad, estrés, frustración, enfado e impotencia, al  no poder controlar el comportamiento de su hijo. Estos padres necesitaron ayuda para enfrentarse a estas situaciones relacionadas con la educación de sus hijos. No sabían que hacer o que no hacer. Ni tan siquiera sabían resolver, airosamente, situaciones aparentemente sencillas de la vida cotidiana de su hijo como: comer, dormir, estudiar, jugar, relacionarse etc.  Y el problema se agrava, cuando este es revoltoso o indisciplinado.

Llevo rodeado de niños, profesionalmente desde hace 20 años. Esta cercanía al mundo infantil y juvenil a través del ambiente escolar, me ha permitido poder conocer y mirar su realidad. También  me  ha dotado de una habilidad especial, para abordar de una manera fácil las relaciones adulto-niño y  me ha permitido conocer las  razones, dificultades y estilos de la naturaleza de esa relación. En el ambiente escolar les marcamos unos límites, unas normas, ellos las conocen; de esa forma aumentamos la posibilidad  de que reine el respeto, la escucha, la espera, la negociación, el acuerdo, la obediencia, el esfuerzo y el buen humor; tan fundamentales y necesario para aprender. Además establecemos unas consecuencias negativas y positivas para cuando no se cumplen y para cuando se cumplan.

Mi intención, la intención de AaE, es dar algunas orientaciones  para enseñaros a educar a vuestros hijos. Cuanto más y mejor se cumplan, cuanto más y antes exijamos sus responsabilidades, mejor será la convivencia familiar y por consiguiente todos seremos más felices.  "Cuanto más pequeño sea tu hijo menos costará ponerle límites y a él aprenderlos" (Rocio Ramos-Supernanny)

La mayoría de los problemas surgen en casa y es en casa en donde hay que atajarlos. En cada hogar debe haber límites, los hijos tienen que conocerlos y saber las consecuencias de no cumplirlos o de sí cumplirlos. Creemos que el viaje terapéutico tiene que producirse en el entorno del niño, en su realidad, en su cotidianeidad. Y por supuesto con cada uno de los protagonistas que intervienen en la problemática, como protagonistas. Seguramente sois parte del problema, pero también de la solución. Me he encontrado en sesiones de tutoría con muchos padres, que se quedan boquiabiertos, cuando les hablo del comportamiento de sus hijos; en muchas ocasiones me dicen que les hablo de otro niño. Obviamente la autoridad, la forma de intervenir  y  la dinámica escolar es diferente a la de casa y como consecuencia la relación, el comportamiento y la actitud del niño cambia notablemente.

Por esta razón, tengo la firme convicción de que es en casa, donde hay que actuar e intervenir. Y cuanto antes lo hagamos mucho mejor. A medida que pasan los años es más difícil y luego todo se complica demasiado; el tiempo juega en nuestra contra. "De pequeños te los comerías. De mayores te arrepientes de no haberlo hecho" (Una madre en una sesión de tutoría)

 Cada familia, cada contexto, cada problemática, cada niño es un mundo diferente, no hay dos iguales; pero a veces, muchas veces, hay un denominador común. Por eso es bueno compartir experiencias.
Visítanos y con una sonrisa os atenderemos gustosamente en todas vuestras dudas.