viernes, 3 de agosto de 2012

LOS DEBERES

Es muy importante para la vida escolar de nuestros hijos, que los padres les ayudemos en casa con sus deberes. Es responsabilidad de AMBOS padres, tanto de la madre como del padre, el ayudar a los hijos a estudiar. Ayudar a nuestros hijos a realizar en casa las tareas que les mandan en la escuela tiene una serie de ventajas:

 Conoceremos directamente en qué consiste su trabajo de estudiantes: Su manera de enfrentarse a las tareas y el esfuerzo que les supone. Descubriremos su capacidad de atención, pulcritud y organización. Este conocimiento nos permitirá contrastar la información que recibimos de sus profesores con la nuestra.

 Podremos conocer inmediatamente las dificultades que encuentran: De este modo, al observar sus dificultades en las tareas encargadas podremos ponernos en contacto con sus profesores para valorar sus dificultades y poner remedio, si es oportuno.

 A través de la observación de los libros y libretas que lleva a casa para trabajar,  descubriremos cómo trabaja en clase, sus mejores y peores habilidades, sus éxitos y fracasos.

 Al conocer concretamente sus tareas escolares,  estaremos en condiciones de que compartan con nosotros experiencias del colegio, cosa que es a veces difícil de conseguir. Con frecuencia responden a nuestras preguntas sobre cómo les va en el colegio con monosílabos.

POR EDADES


 En edad preescolar los deberes consistirán en enseñar y explicar trabajos hechos  aquel día, una o dos veces por semana.

 En los primeros cursos de la educación primaria, podrán ser tareas diarias que no ocupen más allá de media hora diaria y que sean de tipo rutinario. Es recomendable que el padre o la madre ayude al hijo a planear la tarea, a organizar el material, etc. Una vez iniciada la tarea, conviene que permanezca en la misma habitación, pero haciendo algo diferente, no mirando directamente lo que hace su hijo. De vez en cuando puede hacer alguna sugerencia o ayudarle a centrar la atención.

 En los últimos cursos de primaria y primeros de secundaria, puede aumentarse el tiempo hasta una hora y dos horas e incluir algunas actividades de estudio. En esta etapa, nuestro hijo debería tener un lugar específico para trabajar. La participación de los padres, en este momento, ha de ser discontinua, es decir, no permanecer en la misma habitación pero, entrar y salir de vez en cuando, comprobando lo que hace y haciéndole algún comentario.

 Como vemos, la participación de los padres en los deberes también ha de ir acomodándose a la edad de los hijos. En los primeros años escolares los padres pueden ayudarles a planificar la tarea, a prever cómo hacerla, a valorarla, a perseverar con atención. Es decir, llevarlos de la mano, estar cerca de ellos mientras trabajan. Luego, a medida que se van haciendo mayores y más autónomos, ir dejándolos solos, en su cuarto, pero visitándolos mientras trabajan y comentando las dificultades o los logros.

IMPORTANTE: El hecho de que participen los padres en ayudar a sus hijos en las tareas escolares, dará a los estudios de sus hijos el rango de asunto muy importante y como consecuencia, generará en ellos motivación suficiente para el esfuerzo. Por desgracia, es bastante frecuente encontrar una relación directa entre fracaso en los estudios y desinterés de los padres por las tareas escolares.

CÓMO PUEDO AYUDARLES


A continuación vamos a ver de qué forma podemos ayudar a nuestros hijos:

1. MOTIVARLES Y ANIMARLES: Es importante para que el niño/a tenga una imagen positiva del trabajo escolar y afronte de una manera positiva sus estudios.
2. CREAR UN HÁBITO: Es imprescindible crear un hábito de estudio para nuestros hijos. Escoger un lugar fijo con características adecuadas para estudiar (alejado de ruidos y distracciones, buena iluminación, etc.) y un horario fijo de estudio.

3. SUPERVISAR SU ESTUDIO: Encontramos en la AGENDA ESCOLAR una herramienta muy útil. Nos sirve para saber los deberes y fechas de exámenes. En los primeros años el maestro le indicará al niño/a lo que debe apuntar, y progresivamente deberá ser responsable para anotar los deberes, entrega de trabajos y exámenes sin que se lo recuerden. Ahí podemos ayudarles, en supervisar que lo apunten todo y que luego lo cumplan. La buena organización es básica para el éxito en los estudios.

4. LAS DUDAS AL PROFESOR: Ayudar a nuestros hijos con las dudas no significa resolvérselas, sino ayudarle a hacerlo. Resolverle las dudas le hace más dependiente de nosotros y menos autónomo. Si hay algo que no entiende, hay que enseñarle a que intente resolverlo por su cuenta buscando en el libro, cuaderno u otras fuentes. Si no lo con- sigue, procurar que apunte la duda en la agenda para preguntarle al profesor al día siguiente, y animarle a que nos cuente la solución después. De esa forma, nuestro hijo/a aprende a resolver por él mismo las dudas y va ganando en madurez y autonomía.

5. CONTACTO CON COMPAÑEROS: El contacto con compañeros es muy importante. Ayuda a que resuelvan dudas entre ellos, se animan y el estudio resulta más agradable, puede ayudar a recordarle deberes que olvidó apuntar, y es otro elemento más de información acerca de nuestro hijo/a.

6. ORGANIZAR SU TIEMPO: A veces nuestros hijos entienden que sus tareas en casa es únicamente “hacer los deberes”, dejando el estudio para el día anterior al examen. Debemos ayudarles a organizar su tiempo con ayuda de la AGENDA ESCOLAR, saber que además de realizar sus deberes tienen que dedicarle un tiempo al estudio (repasar lo que han dado en clase, preparar lo del día siguiente, etc.). Nosotros podemos ayudarles a decidir cómo repartir el tiempo. Por ejemplo: Estamos a lunes, Susana tiene deberes de matemáticas para el jueves, un examen de inglés el viernes y unos ejercicios de sociales para el martes. ¿Qué deberá estudiar antes? La prioridad son los deberes de sociales ya que son para el día siguiente, y estudiar algo para el examen del viernes. Tendrá la tarde siguiente para hacer lo de mates.

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